Abortada la Revolución d'Ochobre por las fuerzas reaccionarias, se abre entonces una etapa de terror y represión, con el firme propósito de asfixiar el más mínimo aliento que le quedase al movimiento obrero asturiano. En este contexto, tuvo lugar el episodio de "Los mártires de Carbayín", uno de los más bárbaros de la historia de Asturias:

Entre los días 20 y 21 de octubre de 1934, la Guardia Civil y miembros del 32 Regimiento proceden a detener a varios hombres, todos ellos de la cuenca del Nalón, pero de militancias políticas y sindicales diferentes (comunistas, socialistas, cenetistas...), no había conexión entre ellos, algunos ni siquiera participaban en el movimiento obrero, como un partidario de la CEDA y otro que era melquiadista... Son encerrados en la prisión convento de Ciaño, en el convento de Sama y en el sótano de la Casa del Pueblo de Sama. La noche del 24 de octubre, hacia las dos y media de la madrugada, fueron conducidos esposados a una camioneta (el tamaño de ésta determinó el n&Úacute;mero de asesinados: 24). A quien se atrevió a preguntar, se le informó que eran trasladados a la cárcel de Oviedo. Pero se les condujo a La Coruxona, en las cercanías del Pozo Mosquitera. La trama respondía a una venganza de la Guardia Civil, en revancha por los guardias caídos en el cuartel de Sama de Langreo. Lo premeditado de su acción lo demuestra el que las fosas para enterrar los cuerpos de los detenidos estuvieran excavadas con antelación en la zona de La Coruxona.

Cuando la camioneta llega a La Coruxona, los detenidos son apeados y atados con cuerdas. En medio de la oscuridad, son s&Úacute;bitamente masacrados con machetes y bayonetas. Para evitar los gritos, que ya se elevaban demasiado, los guardias los rematan a disparos. Tras acuchillar los cadáveres, los entierran en las fosas abiertas previamente antes. La noticia tarda un par de días en llegar a las familias. Cuando esto sucede, la Guardia Civil dispone que varios vecinos de Carbayín desentierren los cuerpos. Estaban salvajemente mutilados, algunos irreconocibles, a uno le faltaba parte del rostro, otro tenía el cráneo destrozado a golpes, la tierra en la boca de algunos indicaba que habían sido enterrados vivos. Entretanto, cientos de mujeres enlutadas procedentes de toda la Cuenca, habían llegado hasta allí y observaban la escena desde los montes, gritando y llorando su dolor y la injusticia; ante la amenazante presencia de la Benemerita. La Guardia Civil se negó a entregar los cuerpos a sus parientes y se les enterró en la Fosa Com&Úacute;n de Carbayín.

Desde entonces y actualmente en el monumento erigido a su nombre tanto los vecinos como organizaciones políticas de izquierda han rendido tributo a los mártires de Carbayín como víctimas de la barbarie fascista. Desde la Fundación Juan Muñiz Zapico rendimos homenaje cada 24 de octubre a los Mártires de Carbayín y a la Revolución de Ochobre de 1934.

LA LLUCHA CONTINUA, EL FUTURU YE NUESTRU
Asturies - Ochobre 34

 
Altermundistas (17/10/2013) - Ochobre 34, con Benjamín Gutierrez y Carlos Rojo