Resumen de prensa |
Armando Gutiérrez Rodríguez, ganador del XV Concurso de microrrelatos mineros: «El cese de la minería responde a intereses ocultos y a malas políticas económicas. Además, se ha gestionado de forma desastrosa»
Gijón, Alejandro L. Jambrina
Armando Gutiérrez Rodríguez (Ciñera de Gordón, 1965) ha pasado toda su vida trabajando en la mina. Con tan solo diecisiete años se incorporó a la Hullera Vasco Leonesa, empresa en la que permaneció durante veinticinco, en el pozo Balanza del grupo Santa Lucía. Se prejubiló de la mina en el año 2007 con la categoría de artillero y actualmente vive en Gijón, ciudad donde pasó su primera juventud estudiando máquinas y herramientas en la Universidad Laboral. Comenzó a escribir tarde, siempre como una afición, hasta que las buenas críticas de quienes leían sus textos lo animaron a presentarse a agunos concursos. Recientemente, acaba de hacerse con el primer premio de la XV edición del Concurso de Microrrelatos Mineros, organizado por la Fundación Juan Muñiz Zapico, con 'Roceanu'. Gutiérrez tiene el honor de ser la priemra persona que obtiene el primer premio con un relato en llingua, a pesar de no ser asturiano de nacimiento.
Gordonés de nacimiento, pero muy ligado a Asturias desde siempre. ¿Cuál ha sido su relación personal y profesional con esta región?
-Mis primeros recuerdos relacionados con Asturias van ligados al ocio y la diversión. En mi familia siempre nos ha encantado esta tierra y su costa, así que intentábamos que fuese nuestro lugar de vacaciones todos los veranos. Cuando me hice más mayor vine a vivir a Gijón -ciudad donde reside en la actualidad- durante tres años, internado en la Universidad Laboral. Allí estudié máquinas y herramientas hasta que me volví a León por trabajo. Mi relación con las cuencas mineras asturianas también ha sido especial. Es un lugar donde tengo amistades importantes y que suelo visitar a menudo. Además, desde que estoy inmerso en el círculo literario asturiano, las Cuencas han cobrado un nuevo interés para mi. He de confesar que estoy enamorado de Asturias, de sus gentes y de su cultura.
Ha dedicado la mitad de su vida a trabajar en la mina. ¿Cuándo surgió su pasión por la escritura y la cultura?
-La verdad es que lo de escribir lo llevo conmigo de toda la vida. Era algo que estaba latente y que me gustaba, pero por falta de tiempo lo relegaba a un plano secundario y no me lo tomaba realmente en serio. Por suerte, estoy rodeado de buenos amigos y familiares que fueron leyendo algunos de mis textos inéditos, les gustaron y me animaron a que los presentara a algunos concursos. Así entré en este círculo literario que tan bien me ha acogido y que me apasiona. Personalmente, siempre busco consursos en llingua asturiana y ya van cuatro años que me presento al concurso de microrrelatos mineros que organiza la Fundación Juan Muñiz Zapico. También me acaban de otorgar el tercer premio en el Concursu de Cuentos pola Oficialidá del Asturianu del concejo de Bimenes y el primer premio en el concurso de cuentos del Ayuntamiento de Cangas del Narcea.
¿Cómo le surge a un castellano y leonés ponerse a escribir en llingua asturiana?
-Esta cuestión se resume en que, para mi, el asturiano es una pasión. Pertenezco a una zona en la que hace años se hablaba asturiano. Hoy en día aún conservamos palabras y expresiones y es importante no olvidarlo. El asturiano tiene una riqueza especial y una musicalidad que es muy interesante para la escritura. me gusta más que escribir en castellano. Es muy vibrante. Sobre todo, para los relatos.
Esa es una peculiaridad de su trabajo. Escribe únicamente relatos cortos.
-Sí, por el momento no me he planteado escribir textos más largos. El relato corto me interesa especialmente porque permite, en muy pocas palabras y dando pistas, dejar al lector con dudas e interés por seguir indagando en lo que le has contado. Considero el microrrelato como una expresión de la buena literatura.
¿Cree que se apoya la literatura en llingua asturiana lo suficiente?
-Respecto a la llingua, creo que es todo cuestión política. Mucha ley de cara a la galería, pero luego no se aplica. Hay mucha gente luchando por la llingua, por mantner una tradición, una cultura y un rasgo tan particular. En mi opinión, creo que tiene que acabar siendo oficial, pero es un problema político grave de Asturias. Yo intento hacer mi pequeño homenjae a aquellos que no pudieron expresarse en la lengua que les prohibieron. Sé que hay movimientos importantes, pero igual hace falta una red de colaboración más estrecha.
Homenaje a los sindicalistas
La lucha de clases, los movimientos sindicales o la minería suelen ser temas recurrentes en su obra.
-Es cierto. Son temas que siempre me han interesado mucho, además de tocarme muy de cerca en mi trabajo. 'Roceanu' es un relato oscuro, trata sobre un sindicalista en la sombra a finales de los años sesenta y un policía judial secreto que está esperándole porque le han dado un chivatazo y tiene que detenerlo. Habla de todos esos sindicalistas que estuvieron en la sombra. Es un homenaje por los que sufrieron y lucharon por un iseal y por mantener unos logros que ahora estamos dejando perder y que quienes trabajamos en la mina lamentamos tanto.
¿Se refiere al cese de la minería?
-Sí. Es muy triste y lamentable más que el cierre, la forma en que se ha hecho. Creo que se están guardando las reservas de carbón. Alguien que sabe más que nosotros y que maneja intereses ocultos. Es todo cuestión de políticas económicas. El cierre se ha gestionado de forma desastrosa y ha condenado a las cuencas mineras, tanto las de Asturias como las leonesas, a la muerte. Es una vergüenza que no haya habido ni un duro de inversión. Han acabado con la masa social más fuerte de toda Europa: la minería. En León lo vivimos con una gran angustia. Aquí, las empresas privadas han cerrado todas de forma abrupta. Tenemos pozos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) que se están cayendo. Estamos perdiendo doscientos años de historia y patrimonio cultural. Con todo, reconozco que me muero de envidia viendo casos de éxito que tenéis en Asturias como el Museo de la Minería o el Ecomuseo de Samuño, en El Cadaviu, en Langreo, que por lo menos conservan vuestra memoria. Creo que ahora ya es tarde. Como ejemplo, cuando yo empecé al colegio éramos ochocientos alumnos y más de 2.000 personas en mi pueblo. Ahora no llega a treinta niños. Sobrevivimos con las prejubilaciones, pero en cuanto pase mi generación, se acabó. Podemos darnos por perdidos.
La XV Edición del Concurso que convoca la Fundación Juan Muñiz Zapico tuvo nesti 2018 100 participantes y vieno acabante fallase recayendo’l primer premio recayó nel relauo ROCEANU de Armando Gutiérrez Rodríguez y yendo a parar l’Accésit Asturianu pa EL PAGU de Juan Trenor Allen.
La XV Edición del Concursu foi convocada pola Fundación Juan Muñiz Zapico en 2018, con 100 participantes. Un añu más el concursu ye una referencia cultural, lliteraria y reivindicativa de la coleutividá minera. Sigue siendo un concursu únicu nel mundu de llingua castellana y asturianu pola so temática puramente minera. El xuráu tuvo compuestu pol catedráticu de lliteratura Benigno Delmiro Coto, presidente del mesmu, al pie d’Ana María García García, Ángel Enrique Fernández González, Álvaro Granda Cañedo, Idoya Unzueta García, Eduardo Urdangaray y Antonio González Abúlez.
El primer premiu recayó nel relatu ROCEANU d’Armando Gutiérrez Rodríguez. L’Accésit Asturianu pa EL PAGU de Juan Trenor Allen. L’Accésit Nuevu (para menores de 26 años) para Andrés Navaja Ortega por RUIU DEL 34 y l’Accésit Atestiguo Históricu foi para Mayte Blasco Bermeyu por IQUIQUE, 1907.
La calidá de los relatos presentaos foi resaltada pol xuráu por aciu la mención, nes sos respectives categoríes, a otros 10 relatos. Una Mención Especial Moza pa María del Mar Imaz Montes por LA COMBALECHADURA DEL ÓXIDU, Menciones Especiales n’Asturianu a Lucía Cortina García por L´EMBAXADOR, a Cristina García Valdés por ELLES y a Andrés Suárez Velázquez por LA SEMEYA. Tamién Menciones Especiales Testimoniu Históricu p’AGUAFUERTE d’Armando Gutiérrez Rodríguez y EL DIARIO DE VICTOR SEGOVIA d’Isabel García Viñao. D’últimes Menciones Especiales en Castellán para Ana Belén Hernández González por DE MAYOR QUIERO SER, a Rosendo Gallego Menárguez por 33 MINEROS, a Gabino Bustu Hevia por ÚLTIMA XORNADA y a Mateo O’Boyle por EL PALO.
La obra 'Roceanu' del autor ciñerense se llevó el primer premio de este certamen
Este 4 de diciembre, festividad de Santa Barbara se hacen públicos los premios del concurso como cada año y ya van quince convocatorias.
Este año ha ganado un ciñerense, Armando Gutiérrez, con su obra 'Roceanu'.
Nacido en Ciñera de Gordón en marzo de 1965, cursó estudios en la Laboral de Gijón. Con 17 años se incorporó a la Hullera Vasco Leonesa, empresa en la que permaneció hasta su prejubilación, en el año 2007, con la categoría de artillero.
Oviedo, F. T.
La Fundación Juan Muñiz Zapico ha convocado la decimoquinta edición del concurso de microrrelatos mineros "Manuel Nevado Madrid". El certamen se dirige a escritores de cualquier nacionalidad, y admite originales tanto en lengua asturiana como en castellano. Cada autor puede presentar un máximo de dos microrrelatos, que no podrán exceder de las 40 líneas cada uno. El contenido de los textos deberá aludir a algún aspecto relacionado con el mundo de la minería de cualquier país, ya sea en su argumento, temática, ambientación o en sus personajes.
El jurado otorgará un primer premio de 300 euros en metálico, a los que se añaden un lote de libros y un grabado de Manuel Calvo valorados en otros 300 euros. Habrá además tres accésit: uno al mejor relato en asturiano (200 euros en metálico más un lote de libros); otro al testimonio histórico (100 euros en metálico más un lote de libros); y otro para distinguir a un autor menor de 26 años (100 euros en metálico más lote de libros). El plazo para presentar los microrrelatos concluye el 23 de octubre.
El relato Los colores y los trazos ha sido merecedor del primer premio de la decimocuarta edición del concurso que convoca la Fundación Juan Muñiz Zapico. El certamen, ya consolidado a nivel nacional e internacional como el único dedicado exclusivamente al tema minero, ha recibido un total de ciento treinta relatos.
El pintor arrimó sus ojos al cristal del ventanal para refrescar las pupilas con la luz tibia de la Costa Azul que el otoño estaba espolvoreando sobre la mansión de Notre Dame de Vie.
-¿Puedo saber en qué está trabajando en este momento? -le preguntó de improviso el periodista.
Así comienza Los colores y los trazos, relato ganador del certamen. El gijonés Francisco Álvarez es autor de ocho libros de diversos géneros en castellano y en asturiano, entre ellos Patiu de prisión, libro de artículos periodísticos escrito durante su estancia en la cárcel como insumiso al servicio militar, La tierra de la libertad. Crónica de los derechos humanos y civiles en el mundo y Lluvia d’agostu, novela ganadora del Premiu Xosefa Xovellanos 2015 y editada también en castellano como Lluvia de agosto por Hoja de Lata, sello editorial para el que también trabaja como traductor literario de italiano.
-¿Era la primera vez que se presentaba
al concurso?
-La tercera, la primera en castellano.
Las dos anteriores obtuve el accésit
en asturiano con Identidá y una
mención especial con Los cantares de
Damián. Me intimidaba un poco competir
en castellano, porque sé que se
trata de un certamen internacional
con participación de autores de todo
el mundo de habla hispana, pero se
me ocurrió esta historia, me pareció
que tenía potencialidad y decidí probar
suerte.
-¿Tiene alguna vinculación personal
con la minería?
-No tengo vinculación personal ni familiar
con la minería. Nací en Xixón, mi padre
era de una aldea del concejo asturiano de
Candamo y mi madre es de un pueblo de
Badajoz. Pero como asturiano la temática
minera me interesa, fue y sigue siendo
seña de identidad de nuestra tierra y de
nuestras gentes. Y como dice el profesor
Benigno Delmiro, habitual miembro del
jurado, aunque cierren los pozos de carbón
la literatura minera "ye’l pozu que nun
cierra".
-¿Qué pretendía reflejar con el relato,
con Picasso como personaje central?
-Tanto en mis cuentos como en la novela
que he escrito, Lluvia de agosto (sobre la
vida y muerte de Buenaventura Durruti),
trato de buscar perspectivas internacionales,
muchas veces internacionalistas, y
me encanta el género histórico. Considero
que la literatura y los libros son un pasaporte
para atravesar las fronteras espaciales
y temporales. En Los colores y los trazos
he tratado de homenajear la sinergia que
hay entre las luchas obreras y el arte en
cualquiera de sus manifestaciones; en este
caso, la pintura. Unas y otras contribuyen a
hacer este mundo más digno, más hermoso
y más humano, en mi opinión.